Desde la antigua Grecia se utiliza el Mirto como símbolo de amor y virginidad, pues estaba consagrada a Venus.
El Myrtus communis es un arbusto originario de la cuenca Mediterránea . Vulgarmente recibe los nombres de Mirto, Arrayán o Murta. Existen algunas subespecies: Myrtus communis leucocarpa (mirto de frutos blancos) y Myrtus communis microphylla (mirto de hojas pequeñas).
El Arrayán es un arbusto perennifolio que alcanza algo más de 4 metros de alto, con hojas opuestas, brillantes, coriáceas, puntiagudas, aromáticas y de forma ovada. Las abundantes flores blancas y perfumadas aparecen en largos pedúnculos y presentan 5 pétalos y vistosos estambres. Florecen de verano a mediados de otoño. Produce unas bayas comestibles llamadas murtones, de las que se elabora un licor.
Se utiliza en jardines como ejemplar aislado o para formar setos y en terrazas plantados en grandes recipientes. También se emplea por su madera y sus propiedades medicinales: astringente, balsámico y anticatarral.
El Mirto necesita una exposición a pleno sol y protegido del viento, aunque tolera la semisombra. Es un arbusto mediterráneo que no tolera el frío; las temperaturas medias deben estar entre 15-25 ºC.
Suelo: Le basta con un suelo normal de jardín con muy buen drenaje.
Riego: Es una planta resistente a la sequía que precisa de riegos semanales (máximo un cubo de agua por ejemplar) en primavera y otoño, cada 3 días en verano y cada 2 semanas en invierno.
Poda: Podemos podarlo para darle forma a finales de invierno.
Abono: El abonado será el anual de jardín con estiércol en otoño y durante la primavera y el verano con fertilizante mineral cada 15 días.
Plagas: Puede ser atacado por la cochinilla si hay un exceso de humedad. Es mejor esperar a que la tierra esté seca antes de volver a regar.
El Mirto se multiplica por esquejes semileñosos en primavera, por semillas sembradas también en primavera o por acodo.